Un día cualquiera en 1.903, el bueno de Julius Neubronner se despertaba algo juguetón y decidió combinar sus dos aficiones favoritas: la fotografía y las palomas. Satisfecho ante semejante ocurrencia decidió colocar una cámara de 75 gramos a sus palomas mensajeras, liberándolas a unos 90 km. de distancia de casa. De todas las que pudo obtener, la que más repercusión tuvo fué la tomada sobre el Schlosshotel Kronberg,que os dejo aquí debajo.
Como muchas noticias "curiosas", lo he visto en Futility Closet
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Colombofotografía
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Fotografía
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